Mis ovejas oyen mi voz, y yo las conozco, y me siguen y yo les doy vida eterna; y no perecerán jamás, ni nadie las arrebatará de mi mano. Mi Padre que me las dio, es mayor que todos, y nadie las puede arrebatar de la mano de mi Padre
Los que hicieron lo bueno, saldrán a resurrección de vida; mas los que hicieron lo malo, a resurrección de condenación.
Felices son los que tienen conciencia de su necesidad espiritual, puesto que a ellos pertenece el reino de los cielos
Porque no envió Dios a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para que el mundo sea salvo por él.
Jesús les dijo: Yo soy el camino, la verdad, y la vida. Nadie llega al Padre si no es por mí. Si me habéis conocido a mi, conocen también a mi Padre. Desde ahora, lo conocéis, ya lo habéis visto.
¿Qué cosa podrá apartarnos del amor con que nos ama Cristo? ¿Las tribulaciones? ¿Las angustias? ¿La persecución? ¿El hambre? … De todo esto salimos victoriosos, gracias a aquel que nos ha amado
Que cada uno estime a los otros más que a sí mismo… Que reine la concordia entre ustedes. No sean, pues, altivos; más bien pónganse a nivel de los humildes.
El amor es comprensivo, el amor es servicial y no tiene envidia. El amor es no es presumido ni se envanece: no es grosero ni egoísta; no se irrita ni guarda rencor, no se alegra con la injusticia, sino que goza con la verdad.
No se preocupen tanto del adorno exterior… sino de adornar interiormente el corazón con la belleza inalterable de un espíritu apacible.